Porque sus heridas no deben ser ignoradas—deben movernos. Cada golpe, cada pérdida, cada lágrima es una invitación a interceder. La persecución no es solo su carga, es nuestro llamado como cuerpo. Oramos para que la Iglesia global despierte del confort y se una en el dolor, en la oración y en la esperanza. Este clamor es por una unidad real—donde sus heridas se vuelven nuestras, y su victoria, también.
Jesús, clamamos por nuestros hermanos y hermanas que están siendo perseguidos por causa de Tu Nombre. Aunque han sido golpeados, encarcelados, marginados, o silenciados—no están olvidados. Tú conoces cada uno por nombre. Sosténlos con Tu Espíritu. Llena las celdas de Tu presencia. Consuela a los que han perdido familia, tierra o libertad. Y que la Iglesia global no permanezca en silencio. Despiértanos del confort. Haznos uno con los que sufren. Que no sean solo sus heridas, sino nuestras. Que no sea solo su carga, sino nuestra intercesión. Sostén a Tu Iglesia, oh Cristo. Sé su fuerza y su canción.
Hebreos 13:3
Acuérdense de los presos, como si ustedes fueran sus compañeros de cárcel, y también de los que son maltratados, como si fueran ustedes mismos los que sufren.
1 Corintios 12:22-26
Al contrario, los miembros del cuerpo que parecen más débiles son indispensables, y a los que nos parecen menos honrosos los tratamos con honra especial. Además, se trata con especial modestia a los miembros que nos parecen menos presentables, mientras que los más presentables no requieren trato especial. Así Dios ha dispuesto los miembros de nuestro cuerpo, dando mayor honra a los que menos tenían, a fin de que no haya división en el cuerpo, sino que sus miembros se preocupen por igual unos por otros. Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él. '
2 Timoteo 1:7-10
'Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. Así que no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que por su causa soy prisionero. Al contrario, tú también, con el poder de Dios, debes soportar sufrimientos por el evangelio. Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo; y ahora lo ha revelado con la venida de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien destruyó la muerte y sacó a la luz la vida incorruptible mediante el evangelio. '
Because their wounds aren’t meant to be ignored—they’re meant to move us. Every blow, every loss, every tear is an invitation to intercede. Persecution is not just their burden—it’s our calling as one body. We pray for the global Church to awaken from comfort and unite in pain, in prayer, and in hope. This cry is for real unity—where their wounds become ours, and so does their victory.
Jesus, we cry out for our brothers and sisters who are being persecuted for Your Name. Though they have been beaten, imprisoned, silenced, or cast aside—they are not forgotten. You know each one by name. Sustain them by Your Spirit. Fill prison cells with Your presence. Comfort those who have lost family, land, or freedom. And let the global Church not remain silent. Wake us from comfort. Make us one with those who suffer. Let their wounds be our wounds. Let their burden become our intercession. Hold up Your Church, O Christ. Be their strength and their song.
Hebrews 13:3
Continue to remember those in prison as if you were together with them in prison, and those who are mistreated as if you yourselves were suffering.
1 Corinthians 12:22-26
'On the contrary, those parts of the body that seem to be weaker are indispensable, and the parts that we think are less honorable we treat with special honor. And the parts that are unpresentable are treated with special modesty, while our presentable parts need no special treatment. But God has put the body together, giving greater honor to the parts that lacked it, so that there should be no division in the body, but that its parts should have equal concern for each other. If one part suffers, every part suffers with it; if one part is honored, every part rejoices with it. '
2 Timothy 1:7-10
'For the Spirit God gave us does not make us timid, but gives us power, love and self-discipline. So do not be ashamed of the testimony about our Lord or of me his prisoner. Rather, join with me in suffering for the gospel, by the power of God. He has saved us and called us to a holy life—not because of anything we have done but because of his own purpose and grace. This grace was given us in Christ Jesus before the beginning of time, but it has now been revealed through the appearing of our Savior, Christ Jesus, who has destroyed death and has brought life and immortality to light through the gospel. '