Muchas veces vemos la Cena del Señor como un simple acto dentro de la iglesia. Pero en realidad, es mucho más profundo:
Jesús instituyó la mesa para recordar su sacrificio, para unirnos como familia, para aprender a perdonar y para vivir en verdadera comunión.
La Cena del Señor: más que un ritual, es una mesa de familia.